Hice un pequeño cuaderno para bocetar los personajes de la Tierra Cóncava. Cosí algunas hojas y reviví un forro hecho a medias que tenía años guardado entre mis cajones. El resultado fue más o menos decente y lo primero que dibujé fue a M’ei.
¡Parece que lo logré! He conseguido migrar sin problemas el sitio desde Amazon S3 a Google Cloud Storage. No tengo ninguna queja del servicio de Amazon, es muy bueno, pero al migrar a un servicio de Google pude obtener algo que quería desde que lanzé el sitio, un alias de correo electrónico.
Hay un nombre de siete letras compuesto por las iniciales griegas de los cuerpos celestes que ellos conocían (los que se pueden o se podían observar en el cielo sin instrumentos complejos, cinco planetas, el sol y la luna). La suma del valor de sus letras además es equivalente a los días que le toma a la tierra rodear al sol (aproximadamente, ya que nos ha hecho falta hacer ajustes...
Alguien me dijo alguna vez que la escritura no se limita al proceso de poner palabras sobre el papel o un archivo en la computadora, que la escritura comienza mucho antes y el mayor tiempo lo pasa fuera del medio que va a recibirla. Caminar por la calle, leer un libro, conversar con alguien… escuchar música, la escritura comienza ahí, cuando las palabras se encuentran unas con otras en la...
Hace un par de meses, cuando me decidí por hacer público este proyecto, me di a la tarea de buscar referencias visuales del paisaje alrededor de la torre de Béremor, donde Radabathán pasó las noches escuchando a las estrellas. La historia parte de ese punto en la tierra cóncava, así que deseaba retratarlo.
En otra época, tener un blog me motivaba a escribir de forma constante. Todo se complicó cuando la demanda de tiempo que requerían los aspectos académicos de mi vida en ese entonces me alejó de las horas “de ocio” que representaba escribir y eventualmente mis proyectos acumularon polvo en línea.